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Abstract
Nuestra época se ve reflejada detalladamente en Kentukis. La novela presenta las nuevas especificaciones sociales tras la presencia excesiva de la tecnología en nuestras vidas recientemente, así como los dilemas éticos que esas novedades plantean. En todos los relatos de la novela notamos que la tecnología puede ser beneficiosa o dañina dependiendo de cómo la usamos. No se puede considerar la tecnología moderna como una herramienta perjudicial, sino que debemos concluir que el abuso de la tecnología por parte del ser humano es la causa de las repercusiones negativas.
En este sentido, cuanto más avanzada la tecnología, más posibilidades de abuso existen, cuanto más abuso de la tecnología, más consecuencias negativas tendremos en la sociedad. A pesar de que el avance tecnológico nos ayuda en todos los ámbitos de la vida, tiene algunos aspectos negativos como el chantaje, el bullying, la pedofilia, la vigilancia, la invasión de privacidad, etc.
Samanta Schweblin presenta estos aspectos a través de los personajes de Kentukis; la jubilada peruana que presta mucha atención a la chica alemana, y al final termina como un objeto de burla por parte de la chica; la joven mendocina que comete actos sádicos con su kentuki y acaba con un escándalo; el niño que sufre por la pérdida de su madre y busca un refugio en su vida virtual como kentuki; la madre y la psicóloga que instan al padre a obtener ese aparato para el hijo, como si fuera la solución de su problema de integración social, al final descubren que el “ser” del kentuki es un pedófilo que vigila al niño; el chantaje que Robin sufre tras permitir a un desconocido “el kentuki” circular en su casa y ver todos los detalles de su vida privada.
La autora interpreta nuestro vínculo con la tecnología y nuestra realidad. También describe los peligros que pueden amenazar nuestra sociedad. La distopía tecnológica es un resultado del abuso de esas nuevas tecnologías. En vez de pensar en utilizar el avance tecnológico en el bienestar del público, la mayoría tiende al uso problemático que produce la destrucción. También, la obsesión social por la tecnología, expresada por los Kentukis, es reflejada con habilidad literaria como una semilla de deshumanización. Perdemos parte de nuestra esencia con cada interacción virtual y vigilancia.
Además del abuso, deducimos que el uso excesivo de la Internet genera también otras consecuencias dañinas, ya que muchos usuarios de la Internet, los celulares y las redes sociales huyen de la soledad que sufren en su mundo real y buscan un refugio en ese mundo virtual. Pero terminan como adictos a este mundo irreal y esa adición les hace descuidar todo lo que les rodea. Esto significa que cuanto más usamos las redes sociales, más aislados quedamos del mundo real y de nuestras relaciones sociales.
En conclusión, la tecnología nos ha conectado y facilitado nuestra comunicación, lo que nos ha permitido obtener, eficientemente, información e intercambiar ideas. Asimismo, ha mejorado la calidad de vida en varios aspectos al ampliar nuestras posibilidades y capacidades. Sin embargo, observamos cómo estas tecnologías pueden hacer que las personas se sienten desconectadas, atrapadas y sin privacidad. La novela nos presenta un mundo donde la tecnología ha llevado a la creación de aparatos que invaden nuestra intimidad y vulneran nuestra identidad, generando así un mundo distópico donde la conexión digital sustituye la conexión humana. Nuestro estudio analítico de esa obra nos lleva a concluir que la tecnología puede generar tanto aspectos distópicos como utópicos en nuestra sociedad.